¿Que quién es Dante Daniel Martínez? Un padre de familia, trabajador y hombre de negocios -como muchos de nosotros- oriundo de Monterrey y lector de éste, su humilde blog. A diferencia de la mayoría de los asiduos futboleros que acá compartimos, él estuvo poco más cerca al futbol que aquí gustamos recordar, pues jugó en fuerzas básicas de Monterrey, en tercera división profesional con los Tigrillos UANL, en selección juvenil mexicana y hasta tuvo experiencia en el extranjero. Hoy se anima a contarnos un poco de esas Glorias Pasadas que él vivió, con la experiencia de un profesional, la sinceridad de un lector y la curiosidad de un aficionado.
¿En dónde naciste? En Monterrey, Nuevo León.
¿A qué edad empezaste a jugar futbol? ¿De niño jugabas otros deportes? A los 8 años, en un gran equipo de mi barrio que se llamaba el Inter-Inglés, ahí ganamos muchos campeonatos regionales. El futbol fue el único deporte que llamó mi atención.
¿Cómo llegaste a fuerzas básicas de Monterrey, te habías probado en otro equipo antes? Fue mi primer equipo, llegué por unos amigos que jugaban conmigo, ellos ya estaban en fuerzas básicas de Rayados y me animaron a probarme, el profesor José Ledezma (ex-jugador de Monterrey en los setentas) me dio la oportunidad, antes de eso represente varias veces a Nuevo León en torneos nacionales a nivel escolar
¿Qué posición(es) jugabas? En Rayados jugué de medio izquierdo, soy zurdo natural.
¿Cómo llegaste a la selección juvenil? Tenía apenas un mes de haber sido aceptado en Monterrey, en ese entonces se presentaron Alfonso El Pescado Portugal y Juan de Dios del Castillo a las instalaciones de Válvulas de Calidad de Fuerzas Básicas de Rayados, para dirigir visorías con fines de formar la selección sub-20, en esas pruebas participaron jugadores de equipos regionales como Tigrillos, Vaqueros y Coyotes de Saltillo, entre otros. Me escogieron junto a dos compañeros más.
Participaste entonces en el proceso rumbo al mundial de Portugal ’91, ¿jugaban partidos internacionales? Sí, en México jugamos con equipos de Primera División y otras selecciones como Estados Unidos y Guatemala.
¿Cómo es el ambiente en las selecciones juveniles, ¿había jugadores que ya hubieran debutado en Primera? Creo que sí, por citarte algunos; Héctor Hernández, Gustavo Gaytán, Luis Felipe Peña, Damián Álvarez, Mauricio Gallaga, Manuel Martínez, Pedro Pineda y Filomeno Díaz.
Jugadores como Isaac Terrazas o tú mismo se quedaron en el camino a ese mundial, ¿te pareció que la lista final fue justa? Como siempre en nuestro futbol existe demasiado favoritismo, a los que llegamos de provincia nos cuesta el triple de trabajo ganarnos un lugar, al igual que pasa en la selección mayor, pues al mundial de Sudáfrica 2010 no fue convocado ningún jugador del campeón Monterrey.
Alfonso Portugal fue técnico de equipos de Primera División y antes de eso campeón con América, ¿esas vivencias las compartía para ayudarles en el proceso como futbolistas o era simplemente la experiencia que le daban la razón de mando? Sí las compartía, pero pasaba algo curioso, era su auxiliar Juan de Dios del Castillo quien tomó todo el liderazgo del proceso.
De ahí a E.E.U.U, ¿cómo fue el paso? Con Rayados disputé un juego de reservas en el Tec de Monterrey, ahí un promotor me invitó a jugar en Estados Unidos en la ciudad de Austin, Texas , con un equipo semiprofesional que se llamaba Austin Flyers.
¿En que liga jugaban? En la liga nacional de la United States Youth Soccer Association (liga que se mantiene hasta el momento a nivel nacional), que era una liga de formación, fue año y medio antes que se fundara la MLS, en ese tiempo la liga profesional más fuerte era la MISL (Liga de salón), nosotros jugabamos en la Universidad de Austin.
¿Cuánto tiempo jugaste allá, en que posición quedaron? Jugué dos temporadas, siempre quedamos en las primeras posiciones, ¡pero nos eliminaban en las finales!
En esa época apenas se empezaba a dibujar lo que es la MLS actual, ¿qué tal era la vida para un futbolista extranjero y la recepción con el público? Me tocó alojarme con estadounidenses, me trataron de maravilla, solo sufrí un poco con los alimentos pero a ellos les encantaba la idea de que llegaran jugadores mexicanos. El americano en ese entonces empezaba a apasionarse mucho por el futbol, lo que más me sorprendió fue el talento y la pasión por jugar de las mujeres de allá, que empiezan desde muy niñas a jugar futbol.
En tu experiencia ¿qué tal se comparaba el nivel de ese país con los equipos y la competencia que tuviste en México? En México se juega como lo hace el futbolista latino, una combinación de técnica y buen trato al balón, en Estados Unidos en esa época se acostumbraba el juego de fuerza, rudeza y demasiado contacto físico, muy diferente a lo que vemos en ellos actualmente, ¡han avanzado una enormidad!
¿Conociste a más mexicanos que jugaran en los E.E.U.U.? Sí, pero la mayoría ya radicaban en Estados Unidos, de hecho había jugadores japoneses, italianos, colombianos y africanos.
¿El idioma es una barrera? ¿Aprendiste o sabías inglés mientras estabas allá? No lo fué, siempre me ha gustado el inglés y lo entiendo en un noventa por ciento aunque no lo hablo tanto, pero siempre tuve buena comunicación.
¿Tuviste más ofertas en E.E.U.U? Estando allá conocí a un promotor yugoslavo que me quería llevar a jugar a Los Angeles California, pero mi madre Q.P.D. y como toda mamá del mundo estaba angustiada, por lo que me pidió que regresara a Monterrey.
Luego de aquella experiencia en el extranjero, ¿en que equipo jugaste? Entré directamente a Tigrillos.
¿En fuerzas básicas es común haber jugado en los dos equipos grandes de Monterrey, ¿hay carrilla por eso? (Jeje), sí, cuando llegué a Tigrillos fue para probarme y me quedé, aunque a muchos de los que ya estaban ahí no les gusto, de hecho, apenas en el segundo interescuadras que jugué me lo dejaron saber con una entrada bastante dura, incluso me lastimaron los ligamentos de la pierna derecha.
¿Qué tal eran jugadores como Javier Lozano, Marco Antonio Ruíz o David Oliva en ese entonces? Eran grandes jugadores, El Chima Ruiz ya estaba en el primer equipo, Javier Lozano y David Oliva jugaron conmigo en Tigrillos, se entendían a la perfección en las jugadas. Lozano, a pesar de su físico, jugaba de maravilla, era increíble ver lo que hacía con el balón.
¿Qué tan fuertes son los entrenamientos en un equipo de Tercera División, había jugadores mayores? Nuestro entrenador era el uruguayo Federico Díaz, nos ponía entrenamientos muy duros en de montaña, gimnasio, etc… En ese tiempo se permitían hasta tres jugadores mayores.
¿Tienes alguna anécdota de Tigrillos? Si no mal recuerdo en un partido de final interzonas, en Valle Santiago, Guanajuato, el arbitro del encuentro fue totalmente localista, hizo lo que quizo (o lo que le dijeron que hiciera), expulsó a tres de los nuestros, repartió varias tarjetas amarillas, se burló de nosotros, nos echó encima a la afición con su actitud y sobre todo nos cortó el sueño de disputar el ascenso a Segunda División. Fue un partido muy intenso, creo que ese día pudo haber terminado en tragedia.
¿Cuántas temporadas disputaste en el campeonato de Tercera División? Tres temporadas.
¿Quién fue el jugador rival que más problemas te dio? Varios. En Tigrillos también jugué de central libero, ¡tuve mucho roce con los delanteros!
¿Qué tal se combina el estudio con el futbol en esas instancias, estudiaste mientras jugabas o después? Estudié todo el tiempo durante mi estancia en Tigrillos, nos exigían que cumpliéramos con la escuela, ahí combiné el entrenamiento con la preparatoria y la facultad (Contabilidad y Auditoría) llegó después.
¿Porqué escogiste esa carrera? En la Universidad me ofrecieron una beca deportiva para estudiar y todos mis compañeros de equipo estaban en contaduría, fue por eso.
¿A qué te dedicas actualmente? Con mi familia tenemos un negocio dónde comercializamos productos para snacks.
¿Cuándo decidiste colgar los botines profesionalmente? Cuando perdimos aquella semifinal en Valle Santiago, pues me desanimé mucho. Después estuve cerca de viajar a Guadalajara para hacer pruebas con el Atlas, pero decidí pasar, porque conseguí la oportunidad de laborar en una importante empresa cervecera de Monterrey, gracias a algunos contactos del futbol, y preferí esa opción. Incluso ya laborando ahí recibí una última oportunidad, cuando me ofrecieron un contrato en Tijuana para jugar en la Segunda División, aunque igualmente opté por dar las gracias.
¿Sigues jugando futbol? Actualmente juego en la PROFUSOC*, una buena liga de Monterrey (*Es una liga amateur en Monterrey, de muy alto nivel y varias divisiones, en la que incluso jugaron profesionales como Tomas Boy, Gerónimo Barbadillo o Aarón Gamál).
¿Si pudieras, cambiarías algo de tu experiencia en el futbol? No, nada, fue fantástico, el futbol me dio amigos, relaciones, salud (física y mental), además de que me formó como persona. Mis recuerdos desde niño hasta que dejé de jugar futbol profesional son maravillosos, simplemente el futbol es lo máximo.
¿Conservas amistades de aquellos tiempos? Sí algunos, pero casi con todos había una gran comunión.
¿A qué equipo le vas actualmente? Obviamente a mis Rayados, de Europa me gusta mucho el Barcelona.
¿Tienes hijos, sobrinos o familiares menores que se dediquen a esto?, ¿qué les dices? Mis sobrinos ni a las canicas juegan (jeje), cosa rara, porque tengo tres hermanos mayores que eran muy buenos para el futbol, por otro lado a mi hijo Diego Ivan apenas lo estamos enseñando, apenas tiene 6 años y espero que le guste tanto como a mí.
Por último y para cambiarle, ¿Tienes algún grupo(s) de música favorito(s) o alguna canción que quieras compartirle a nuestros lectores? Me gusta mucho la música en inglés, especialmente el rock clásico de los ochentas, escuchen Just The Way You Are, de Billy Joel.
Pues así, siguiendo la recomendación, los dejo con algo del romántico y clásico Billy Joel de finales de los setentas. Espero que esta entrada haya despertado la curiosidad de quien, como yo, lo más cerca que estuvo de la Primera División fue disque-jugando en unas de esas pruebas que cobraban por entrar a cualquiera y luego no te dejaban jugar si llegabas sin espinilleras en regla (¡ah!, esa juventud impresionable).
¡Comenten o canten!